Pedro Antonio Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza nació en Guadix, a los pies de la cara norte de Sierra Nevada, el 10 de marzo de 1833 en una modesta familia con ascendencia hidalga que había perdido gran parte de sus bienes en la Guerra de la Independencia. Es conocido por sus novelas y cuentos, que describen de forma viva y humorística las costumbres de los españoles de su región natal, Andalucía. Cuarto de diez hijos, estudió derecho y pronto se involucró en la política. Revolucionario radical, lideró una insurrección en Granada contra el clero y el ejército. En 1853 se fue a Madrid para seguir una carrera literaria, pero regresó a Granada al año siguiente. Fue miembro de la famosa Cuerda Granadina, un grupo de jóvenes artistas disidentes y bohemios.
Regresó pronto a Madrid, donde contribuyó con artículos políticos en revistas y se dio a conocer como director de El Látigo, un periódico anticlerical y antidinástico. Su primera novela, El final de Norma (1851), una extravagante obra adolescencial sobre el amor de un violinista por una cantante, atestigua su temperamento romántico. En 1859 sirvió en el ejército en Marruecos durante la guerra de España con los moros; describió sus experiencias en Diario de un testigo en la guerra de África (1859-1860).
Alarcón cambió sus opiniones políticas radicales como resultado de un duelo en el que se le perdonó la vida. Se convirtió en conservador y defensor acérrimo de la religión y emprendió una carrera política. En 1863 fue elegido diputado de las Cortes y, tras la revolución de 1868, que puso fin al reinado de Isabel II, fue nombrado ministro de Suecia, pero renunció al cargo antes de prestar servicio. Se convirtió en miembro del Consejo de Estado en 1875.
Escribió su obra maestra, El sombrero de tres picos, en 1874. Esta novela, basada en una balada popular, presenta una imagen vívida y detallada de Andalucía en los días de Carlos IV. El colorido escenario, el ritmo rápido y el ingenio inspiraron el ballet de Manuel de Falla, así como las óperas en francés, alemán e inglés. Otra novela corta también presentada en esta serie, El capitán Veneno (1881), y una colección de cuentos, Historietas nacionales (1881), demuestran una considerable habilidad narrativa. Alarcón también publicó tres populares libros de viajes y un volumen de poemas.
En 1877 Alarcón se convirtió en miembro de la Real Academia Española. Su posterior preocupación por la moral en el arte, tema de su discurso de ingreso en la academia, se traduce en sus novelas más largas, como El escándalo (1875) y La pródiga (1881). Con el fracaso de La pródiga, Alarcón se retiró de la vida pública y dejó de escribir ficción. En su autobiografía (1884) comentaba amargamente las críticas adversas que habían recibido muchos de sus libros. Murió en Madrid el 20 de julio de 1891, tras una prolongada enfermedad.
No obstante su figura haya quedado un poco a la sombra de los grandes novelistas del periodo (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas «Clarín» o Juan Valera), la crítica coincide en subrayar el innegable valor literario de su narrativa.

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